Artículo de www.knowledgeatwharton.com
Independencia respecto a la red eléctrica, energía limpia, ahorro de costes y fuente de energía flexible; todas estas cosas pueden haber conseguido un impulso mayor desde hace unas pocas semanas. La responsable de todo eso fue Tesla Motors, empresa de San Carlos, en California, que lanzó una línea de baterías para el almacenamiento de energía que se venderá directamente al consumidor. Elon Musk, consejero delegado de Tesla, más conocido por el trabajo pionero realizado con los coches eléctricos de la empresa, sorprendió ahora a los observadores de la industria con los precios de las baterías de almacenamiento de energía. Estas deberían ser más baratas a medida que aumente la producción —una de las principales dificultades para hacer viable la tecnología de almacenamiento en baterías—, aunque sea demasiado pronto para decir en qué momento el mercado absorberá esa escala.
Las baterías Powerwall de Tesla con capacidad de 7 Kwh (kilovatios/hora) cuestan US$ 3.000 y las de 10 Kwh, US$ 3.500, sin contar con los costes del transformador y de la instalación. La batería fue diseñada para ser usada como reserva ante la falta de luz de la red eléctrica en los hogares del consumidor, pero puede ser igualmente útil para fines comerciales como alternativa a las empresas de energía.